Una cirugía a tiempo cambia el plan de Márquez: hombro estabilizado, calendario en suspenso y Valencia en duda. El final de curso, ahora, depende del cuerpo

Marc Márquez ha sido operado de nuevo del hombro derecho en Madrid, una decisión comunicada por Ducati tras constatar que el tratamiento conservador intentado la semana pasada no dio resultado.
La intervención, realizada por el equipo del doctor Samuel Antuña, terminó con éxito y busca estabilizar la escápula y los ligamentos dañados en la caída sufrida en Indonesia.
El piloto, siete veces campeón del mundo MotoGp, ya está en casa y seguirá un proceso de recuperación gradual con plazos aún sin definir. El objetivo declarado es volver antes de que acabe el Mundial, aunque su presencia en Valencia es incierta.
El movimiento, anunciado por sorpresa, responde a un criterio médico claro: evitar el riesgo de inestabilidad residual en una articulación clave para el pilotaje. Ducati subraya que el paso por el quirófano llega tras agotar la vía menos invasiva, un intento conservador que no ofreció las garantías suficientes para competir con seguridad en las próximas semanas.
En situaciones así, el margen de error es mínimo: el hombro derecho es determinante en frenadas fuertes, cambios de dirección y gestión de la moto en plena aceleración.
Resultados y Objetivos de la Intervención de Marquez
La operación ha tenido un resultado positivo, según el parte comunicado, y su propósito es doble: estabilizar estructuras dañadas —escápula y ligamentos— y blindar la zona frente a recaídas que comprometan el final de temporada.

En términos competitivos, la lectura es sencilla: se prioriza la salud del piloto y la fiabilidad del retorno frente a la precipitación. Una carrera más o menos no compensa un problema crónico.
El calendario aprieta, pero no marca el ritmo de la recuperación. Sin fechas oficiales, cualquier conjetura sería gratuita. Que el propio equipo admita la incertidumbre en los tiempos es, en sí mismo, un mensaje: la evolución dictará las etapas del plan, de la inmovilización inicial al trabajo de movilidad y fuerza, siempre con el aval del equipo médico.
La incógnita de Valencia, plaza simbólica por ser la última cita del Mundial, queda abierta: hay intención, no garantía.
Más allá del parte médico, el contexto competitivo también pesa. Márquez llegaba a este tramo del año con aspiraciones de cerrar en pista un curso de reconstrucción personal y deportiva. La caída en Indonesia trastocó la hoja de ruta y la operación redefine ahora la estrategia: recuperar bien, sin atajos, para volver con solvencia antes del banderazo final si el hombro responde.
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De momento, no hay más señales que las conocidas: intervención satisfactoria, recuperación progresiva y prudencia en los plazos. Ducati ha optado por la vía que minimiza riesgos a medio plazo y preserva al piloto para el tramo decisivo del año, si la evolución acompaña.
En las próximas semanas deberían llegar nuevas actualizaciones sobre su estado y la posibilidad real de reaparecer antes del cierre del Mundial.